junio 11, 2009

A 28 años de la desaparición del compañero Tomás Nativí


"Creyeron que te mataban con una orden de fuego.
Creyeron que te enterraban
y lo que hacían era enterrar una semilla..."
Ernesto Cardenal


Hay personas que llegan a la tierra una vez cada siglo. Aparecen de pronto, como faros que guían y abren los caminos del hombre en su búsqueda por la libertad. En esta lucha constante estos nombres se van escribiendo en la historia de los pueblos, como la historia de nuestra Honduras, forjada a base de sangre y de sudor.

Compañero Tomás, estamos hoy aquí, hombres y mujeres de todas las generaciones, procurando mantener encendida la llama de su memoria y aprendiendo de su ejemplo combativo. Es tremendamente duro enfrentarse a la muerte de un digno ser humano, de uno de esos imprescindibles, de esos padres de la juventud beligerante y del pueblo. Por eso recordamos con repudio su asesinato, y más aún sabiendo que no logró ver el cambio social por el cual tanto trabajó y dedicó su vida entera; pero sabemos que usted, compañero, eligió el camino más difícil, el de la solidaridad comprometida con nuestro pueblo. Solidaridad que lo llevó a dejarlo todo, ese camino en el que se dejan los intereses propios para luchar por la emancipación del proletariado. Sólo un hombre verdaderamente humano es capaz de dar la vida por la Patria, en lugar de cerrar los ojos con indiferencia, viviendo a costa de la miseria, de la ignorancia y de la angustia de los hermanos desposeídos.

Compañero, hoy se cumplen 28 años de la desaparición de su cuerpo, 28 años desde que nos lo arrebataron, a usted, uno de los mejores hijos de Morazán y de este pueblo, pero su ejemplo y su lucha renace día con día en las calles de esta Patria moribunda. ¿Cuánta responsabilidad recae también sobre nuestros hombros, sobre nuestras conciencias? Asumimos como deber histórico la reivindicación de todos los compañeros y compañeras desaparecidos y asesinados. Lo esencial, es que encaminemos nuestras acciones y nuestra lucha a la germinación de la Patria verdadera, que debe necesariamente ser libre y socialista.

Hoy día, vemos que en nuestro país se encuentra inmerso en un panorama confuso políticamente hablando. Las organizaciones y entes populares que deberían ondear las banderas de la liberación, se han unido en pactos con el gobierno y la oligarquía, que se sigue aprovechando de este ejército de humildes. Son pocas las organizaciones que siguen la línea de pensamiento que usted nos enseñó. A esto se suma la masa adormecida que se ve atraída por los discursos de la demagogia presidencial. Pese a ello, podemos ver el hastío, el cansancio y el dolor de un pueblo históricamente humillado, saqueado y masacrado.
Sabemos que sólo la organización y la lucha frontal a través de las masas nos acercarán a su objetivo, nuestro objetivo, el objetivo de un pueblo entero, que es la revolución por la que usted dio la vida y por la que nosotros luchamos.

Compañero Tomás, su rostro, su ejemplo, su dignidad y amor a la Patria sin límites son los emblemas que mantienen la convicción de todos y cada uno de nosotros, y estamos seguros que la única solución es la instauración del poder popular y de una verdadera democracia revolucionaria. Como jóvenes y revolucionarios, nos corresponde acelerar el proceso de transformación en nuestra Honduras. La Patria exige que todo nuestro trabajo se encause y se funda con la del proletariado.

Es por eso que hoy, nosotros la Juventud Popular Morazanista, bajo nuestra consigna de FIDELIDAD A NUESTRO PUEBLO Y SUS MÁRTIRES juramos no dar tregua ni pausa a esta lucha que usted comenzó y que debemos concluir, hasta que triunfe el comunismo proletario, la Patria nueva, la Honduras refundada por la clase trabajadora de este país.



TOMÁS NATIVÍ PRESENTE
¡EN LAS CALLES ESTÁ EL PODER!


JUVENTUD POPULAR MORAZANISTA
ALTA ES LA NOCHE Y MORAZÁN VIGILA